Prof. Diego Estín (3º8, Liceo Nº7)

A lo largo del siglo XVIII, en Europa, la burguesía había logrado ascender económicamente, gracias al desarrollo del comercio, pero no tenía el poder político. Éste lo poseían los nobles, y entre ellos, sobre todo, el rey. Los nobles tenían privilegios (por ejemplo, no pagaban impuestos, ocupaban los cargos más altos de gobierno), simplemente por haber nacido nobles (la mayoría) o por haber comprado su título (algunos pocos burgueses). Según muchos burgueses, no era justo que los nobles disfrutaran de tantos privilegios mientras que la riqueza de la sociedad era generada por el resto de la población: una enorme mayoría de campesinos y trabajadores asalariados de las ciudades, y los burgueses. Éstos, entonces, van a desarrollar una serie de ideas.

La primera será la igualdad ante la ley, es decir, que nadie tuviera privilegios frente a la ley. Todos deberían estar sometidos a las mismas leyes, lo cual llevaría a la libertad de los individuos, pues las leyes establecerían derechos. Todos deben tener los mismos derechos: a la vida, a la libertad y a la propiedad privada. Esta serie de ideas van a terminar formando una ideología: un conjunto de ideas que apuntan a conservar o a transformar la realidad social, para alcanzar una sociedad ideal. Debido a la importancia que los burgueses le daban a la libertad individual, esta ideología se llamará “liberalismo”.

1. ¿Qué grupos sociales no tenían privilegios?

2. ¿Cuál era el principal problema que tenía que enfrentar la burguesía?

3. ¿Cuáles eran las principales ideas que defendían los burgueses? ¿Por qué?

4. Subraya la definición de “ideología”.